Clubes de Ciencia
  Corrigiendo las producciones de textos
 
Corrección de textos elaborados por los alumnos
 
Por Daniel Cassany
 
¿Qué es la corrección?
 
El proceso de corrección consta de dos operaciones diferentes:
 
Búsqueda de defectos, errores o imperfecciones.
Revisión o reformulación de éstos.
Hay profesores que solo se encargan de la primera operación y que sea el mismo alumno-autor del texto el que se responsabilice de la segunda.
 
Debemos distinguir la evaluación de la corrección.
 
Los maestros leemos las redacciones escolares sabiendo que habrá errores y casi buscándolos. 
 
La alternativa procesal aspira a modificar los hábitos de la composición. Trabaja con los sujetos mismos, con los alumnos, y pretende formarles como autores.
 
La corrección procesal se parece más a la corrección entre compañeros. Cuando dejamos leer un texto propio a un compañero para que lo revise y sugiera mejoras, esperamos que se fije sobre todo en el contenido: que diga en qué está de acuerdo y en qué no, que nos indique los puntos poco claros, las ideas mal argumentadas, etc.
 
El maestro colabora  con el alumno y le ayuda a crecer como escritor. Esto quiere decir que se adapta a las necesidades del alumno-¡Y no al revés!: que analiza la forma que éste tiene de escribir, que decide cómo se puede potenciar su estilo, qué actividades pueden serle útiles, qué aspectos se tiene que corregir y cómo, etc.
 
¿Quién tiene que corregir?
 
La enseñanza no es un traspaso de información de profesor a alumno, sino un proceso colaborativo de desarrollo personal. Los alumnos aprenden del profesor pero también de sus compañeros, del conjunto de actividades que realizan entre sí, etc.
 
Los alumnos pueden aprender mucho corrigiendo.
 
Propuestas y técnicas de corrección entre alumnos:
 
En parejas, al terminar un ejercicio de redacción, los alumnos se intercambian los textos que han escrito, los corrigen y después se explican las modificaciones que ellos harían. Cada uno es libre de aceptar o no los cambios propuestos por el compañero.

Al terminar un ejercicio, cada alumno cuelga en la pared su trabajo -o pueden haberlo hecho en rotafolio- (con chinchetas, cinta adhesiva …) Hay tiempo para que todos, maestro y alumnos, puedan circular libremente por el aula leyendo los textos de la pared anotando enmiendas y sugerencias. Estos comentarios también se pueden dirigir oralmente a los autores del texto.

Por turnos, una pareja o un pequeño grupo de alumnos se responsabiliza durante una semana de corregir los textos del resto de la clase. Lo hacen en casa o en el aula. Es muy útil en un contexto de escuela activa donde cada alumno asume temporalmente algunas funciones en el aula o en la escuela.

En clase, los alumnos se intercambian los textos y los leen. Cuando encuentran incorrecciones o aspectos que no les gustan, pegan una notita (va muy bien el post-it, las notitas amarillas que se pegan y despegan) en la hoja, comentándolo. Al final, el autor de cada texto lee todas las notas que le han puesto y rehace el texto.

Daniel Cassany : Reparar la escritura. Didáctica de la corrección de los escrito.108. Editorial Graó. Barcelona, 2000
 
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