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  La yerra
 
 

 
En la zona rural de Uruguay y el sur brasileño se pueden observar todavía algunas tradiciones que los nuevos tiempos no pudieron cambiar.
Las yerras son algunas de estas actividades camperas que se realizan anualmente y que se mantienen como un espectáculo festivo, mientras los animales son marcados a fuego o sufren una violenta castración.
Se trata de una tarea secular cuyo rito primitivo todavía no fue sustituido por técnicas modernas, como viene sucediendo en otras actividades. Es un día muy especial donde se dan cita en los establecimientos rurales los peones, propietarios y vecinos de la región.
Estos rodeos representan una tradición centenaria, marcando y castrando a todos los animales que sobrepasen el año de edad. Sin ninguna duda se trata de una festividad y no de un trabajo.

Con las primeras horas del día comienzan a llegar los vecinos de los establecimientos linderos con su típica indumentaria de campo; el lazo, cuchillo, bota, bombacha y en muchas oportunidades un “delantal” de cuero atado a la cintura.

El fuego de rigor para calentar el “fierro” (marca) que luego servirá para identificar al propietario del animal usándose generalmente las iniciales del dueño en forma artesanal.
Viene luego el desfile hacia la manguera y la ceremonia que comienza por inmovilizar el animal mientras el castrador maneja con habilidad el afilado cuchillo y otro gaucho se aproxima con la marca caliente que le otorgará identidad al ternero.
Los mugidos y el olor a pelo quemado se esparcen
por el aire provocando un sentimiento de crueldad entre quienes no frecuentan estas actividades camperas.
Cabe señalar finalmente que los testículos de los animales se arrojan al fuego y son saboreados por los asistentes antes del tradicional asado. También marcan su presencia la “caipiriña”, el vino, los chorizos y las morcillas para ir “haciendo boca” antes del medio día en un rito especial que contagia a los invitados, mientras el asado se va preparando lentamente y sin apuro.
Debemos señalar sin embargo que en algunos establecimientos se abandonó el sistema tradicional de castración a cuchillo utilizándose un instrumento importado de Europa que evita el corte del cuero.
Sin fecha determinada es posible que la marcación y castración de los animales haya comenzado en el siglo 18, cuando los campos comenzaron a ser alambrados para determinar las propiedades.
Algunos narradores han recogido diversas vivencias de nuestras costumbres camperas entre las que se encuentran las yerras, aunque coinciden en señalar que la realidad actual no tiene nada que ver con el pasado de nuestros gauchos.
Es justo destacar también que el gaucho que admiramos en la literatura, se nos antoja hoy una figura de ficción con muchos agregados que no se ajustan a la realidad. Los cambios impuestos por las circunstancias fueron transformando lentamente al gaucho y sus costumbres.
Sin embargo se pueden encontrar todavía algunos gauchos auténticos que representan la esencia de nuestro ser nacional y un orgullo para las nuevas generaciones.
Materiales para pintar con Acuarelas o Témperas
 
Debido a que la acuarela y la témpera son técnicas muy similares, sólo se nombrarán los materiales que se utilizan para la acuarela, que es la técnica que más materiales requiere. Las herramientas más necesarias para acuarela son: pinceles, colores, papel, una paleta, tableros donde se tensará el papel, una navaja, lápices HB, borrador, un pulverizador y un cuaderno de dibujo.
Pinceles:
Existen en el mercado excelentes pinceles, y otros que no son tan buenos. No obstante, siempre es bueno comprar los mejores pinceles que permita tu presupuesto. Aquí te vamos a decir cuál es la mejor sección de pinceles para los principiantes.  
La yerra
    Utiliza un pincel grueso de 5 cm para humedecer el papel y para pintar fondos y cielos, ya que éste retiene una buena carga de agua. Recuerda que todos los pinceles al igual que los lápices, traen un número que los identifica, mientras mayor sea el número más grande es el pincel. Se utiliza el pincel de mayor tamaño para fondos y trazos grandes, para evitar toques demasiados recargados.
    Para pintar líneas finas tales como las ramas de árboles o la hierba, utilice un pincel largo y estrecho, número 4.
    El pincel de cerdas que se usa para pintura al óleo de 1 cm, es bueno cuando se trabaja con rocas y piedras. Éste se puede usar para aplicar pigmentos pesados en áreas húmedas. Uno más pequeño, también de cerdas, de 0,3 cm, sirve para raspar y eliminar pequeñas áreas de pintura. 
 
Cuidados
Los pinceles constituyen una inversión importante, de modo que es importante cuidarlos. En primer lugar, no utilices nunca tus pinceles con pinturas acrílicas, ya que éstas tienden a secarse cerca de la abrazadera (la parte metálica que une los pelos al mango de madera) y al final acaban restándole elasticidad a los pelos. Si vas a utilizar pinturas acrílicas, utiliza pinceles especiales para este tipo de pinturas.
Es preciso limpiar a fondo los pinceles después de cada sesión de pintura. Lavarlos en agua limpia o con jabón suave después de usarlo. 
Guarde los pinceles de manera que las fibras queden protegidas. Si va a guardar los pinceles durante un largo período, ponga unas cuantas bolas de naftalina en el contenedor, ya que a las polillas los pueden dañar.
 
Papel y cartulina:
No todas las cartulinas tienen el mismo peso, textura, o grosor, existen diferentes clases de cartulinas y de papel de acuarela.
Cuando hablamos del peso del papel, estamos hablando de cuánto pesa un metro cuadrado de un papel determinado. Cuanto menos pese un papel más se arrugará y ondulará cuando esté húmedo. 
El papel con peso inferior a 230 g/m2, tiende a arrugarse con facilidad, así que es necesario tensarlo. Los papeles más pesados se pueden sujetar sobre el tablero de dibujo con pinzas. En cuanto a los muy pesados, pueden ser utilizados sin necesidad de montarlos.
 
El tamaño estándar de papel de acuarela es de 70 x 100 cm. Puedes comprar hojas enteras o medias hojas (50 x 70). El papel también puede comprarse en bloques. Los bloques están dispuestos en varias medidas, pesos y texturas.
 
El papel de acuarela existe en varias texturas. El papel muy liso se llama "prensado en caliente" porque se fabrica pasando el papel entre grandes rodillos calientes. El papel prensado en frío tiene una superficie más rugosa ya que no ha sido sometido al efecto de calor durante su fabricación. El papel rugoso tiene una superficie claramente texturada.
 
La textura del papel tiene mucha relación con la técnica. Algunas técnicas funcionan sobre papeles rugosos o prensados en frío, pero no sobre papeles prensados en caliente, y viceversa. Por ejemplo, las técnicas de pincel seco no son muy efectivas sobre la superficie lisa de un papel prensado en caliente, ya que con estas técnicas, se pretende depositar color sobre las protuberancias del papel. Mientras que una superficie lisa permite eliminar y limpiar fácilmente la pintura.
 
Paletas:
Puede utilizar como paleta cualquier cosa, desde un plato de su vajilla hasta una bandeja, aunque existen diversas y excelentes paletas de plástico fabricada especialmente para acuarela. 
La tapa de una caja de acuarela puede asimismo utilizarse para mezclar colores. Al final de la sesión de pintura se puede limpiar con una pequeña esponja húmeda y volver a usarla.  
 
Los Colores:
La paleta debe traer una relación de colores que incluye un color cálido y otro frío de cada uno de los colores primarios (por ejemplo, el azul monastral - azul frío con tendencia hacia el verde - y el azul ultramarino - azul cálido con tendencia hacia el morado-). Esto le permite crear contrastes de temperatura de un color primario básico. El disponer de la versión cálida y fría de cada uno de los primarios le ayudará a mezclar fácilmente colores complementarios. También es conveniente tener un surtido de colores secundarios (son los que se componen de dos colores primarios), incluyendo el naranja de cadmio, un naranja intenso difícil de obtener con otros colores, y el violeta cobalto, otro de los colores difíciles de obtener con mezclas.
Yerreando
Utensilios para hacer efectos especiales
 
Salpicar
Salpicar un cuadro con un cepillo de dientes es un método efectivo para darle textura. Para conseguir salpicaduras de mayor tamaño, utiliza un pincel redondo cargado de color y golpéalo con toques bruscos sobre el mango de otro pincel o de tus dedos.
 
Raspar
Para raspar y crear buenas texturas cuando se trabajan rocas, usa una hoja de afeitar o tarjeta de crédito. Estando la pintura todavía húmeda, raspa "las rocas" para "sacar" las formas claras.
Cristales o efecto de nieve
Se crean texturas interesantes añadiendo sal a los colores mientras éstos todavía están mojados. Este método es especialmente adecuado para el escenario con nieve. 
 
Estampa con cartulina 
Se realiza mezclando un montoncito de pintura en la paleta, recogiéndolo posteriormente sobre el cuadro de cartulina y haciendo sobre el papel las líneas horizontales, verticales, o las que se necesiten. Con esta técnica se pueden hacer estacas, palos cercas, entre otros. 
La esponja
El uso de la esponja es bueno para indicar maleza u hojas en los árboles. Toma la esponja y colócale pintura, luego utilízala como un sello. O, colorea la parte donde quieres que aparezcan las hojas y con la esponja seca, la colocas por encima de la pintura, todavía mojada, sin presionar muy duro. 
Ten cuidado con esta técnica, ya que el cuadro puede secarse y tener un aspecto rasposo si se excede. El estampar con esponja también es una manera de indicar matorrales de salvia y hierbas.
 



Pintar al húmedo y con pulverizador
Uno de los mejores métodos para pintar nubes y bancos de niebla es mojar primero con un pincel y agua clara la mayor parte del área, luego rociar algunos de los bordes de dicha área con un pulverizador. Cuando añadas el color, obtendrás algunos bordes muy interesantes que sólo se pueden conseguir mediante el uso del pulverizador.

Las témperas 
La tempera está formado por pigmentos químicos emulsionados con un aglutinante: la goma arábiga.
 
Las pinturas se diluyen en agua para su empleo. Pintar con tempera no es difícil, puesto que permite colorear las superficies de forma homogénea, seca rápido y se pueden superponer las capas de color, permitiendo las correcciones cromáticas.
 
La tempera se aplica sobre todo con pincel, aunque también se pueden usar esponjas, rodillos e incluso los propios dedos. El soporte puede ser papel, cartón o madera.
 
En la aplicación de color "tempera" se han de tener en cuenta estas indicaciones:
 
- Antes de pintar una superficie es conveniente saber que los colores, al secarse, tienden a aclararse, por lo que interesa tener preparada toda la pintura necesaria, ya que obtener posteriormente un tono igual a la mezcla anterior es prácticamente imposible.

- La tempera se pinta espesa y para aclarar el tono de los colores se usa el blanco. Al pintar con tempera , se debe añadir siempre el color más oscuro al final, porque es más fácil oscurecer un color que aclararlo, y de esta manera se evita desperdiciar pintura.
 
- Para pintar una superficie amplia co"tempera" el color se debe extender por franjas y siempre en el mismo sentido.
 
- Cuando se desea rectificar un fragmento se debe esperar a que esté seco y entonces repintar aplicando las pinceladas en sentido inverso al inicial.
 
Los materiales más diversos han sido objeto de investigación por parte de los artistas que, a lo largo de los tiempos, han buscado nuevas formas plásticas de expresión para realizar sus obras.
 
Los pintores en la antigüedad, se fabricaban sus colores e instrumentos para pintar y utilizaban pigmentos y aglutinantes naturales, pinceles fabricados con pelos de animal y preparaban sus lienzos de manera artesanal con telas de lino. En la actualidad la mayoría de los materiales de pintura se venden en tiendas especializadas y constantemente aparecen nuevos materiales cada vez más resistentes y de mayor calidad. La elección de las técnicas y materiales adecuados dependerá de la intención expresiva.
 
La pintura, es ante todo una interpretación personal a través de la disposición ordenada de colores sobre un plano.
 
Las pinturas que se utilizan en la elaboración de obras plásticas pueden tener como disolvente el aceite, caso de las pinturas al óleo; o el agua, como los acrílicos , acuarelas, temperas y el ‘gouache’. El óleo y la acuarela han sido uno de los materiales más utilizados por los grandes maestros de la pintura.
 
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